El contador Gabriel Clementino sostuvo que la receta para salir de la crisis en una provincia donde solamente se pagan sueldos, debe pasar por los despidos o la rebaja salarial.
Sacar gente o bajar sueldos” fueron las opciones que ayer admitió como únicas posibles el Contador Gabriel Clementino, en una entrevista con FM Artika, donde se le preguntó si “esa era la receta”.“Acá hay una realidad, tenemos un enfermo y en una situación que va a ser terminal. No se cura paseándolo al sol o dándole aspirinas”, dijo, advirtiendo que la situación deficitaria sigue en aumento y que con este nivel de gastos en la masa salarial el Estado no puede postergar decisiones.Clementino se definió “preocupado” porque “el sector público está condicionando profundamente el proceso de crecimiento”, y recordó que este tema “fue planteado por las cámaras empresarias en oportunidad de realizarse la reforma tributaria”, ante el gobierno y ante los legisladores.En ese momento se le había consultado a la gestión entrante cuáles eran las pautas que iba a plantear el gobierno para salir del déficit, y tras el tiempo transcurrido opinó que “son confusas o son leves en virtud del problema que hay”.“En diciembre se plantearon 30 millones de déficit corriente mensual”, dijo, como también que el incremento de la recaudación se sabía que no iba a alcanzar para cubrirlo. Por el contrario, sigue en aumento.“Creo que se están equivocando, porque vemos que no se van a tomar medidas que para el gobierno no van a llevar a la solución. Hace falta una visión heterodoxa porque en momentos de crisis hay que tomar medias prácticas, imaginativas y no gastar como se está gastando”, subrayó.Por otra parte planteó que el presupuesto, que estima ingresos por 1.750 millones, “está sobrevaluado” y que los recursos que ingresen serán inferiores, con lo cual el déficit terminará siendo mayor.“Hay que tomar medidas, hacer algunas restricciones en lo que son acuerdos salariales y ver cuántos son los puestos de trabajo que tiene la provincia y cuántos se han creado”, agregó.A modo de síntesis, mencionó que en 2003 la planta de gobierno llegaba a los 9.500 empleados; en 2005 por efecto del Megapase la cifra trepó a cerca de 14 mil. “Hoy están hablando de 16.700 empleados: cuando en otros distritos y la media nacional puede ser de un empleado público cada cien o ciento veinte habitantes, en Tierra del Fuego tenemos un empleado cada doce habitantes”, aseguró.También dio cuenta de la diferencia de incidencia presupuestaria de la masa salarial: “En capital federal la pauta salarial es del 40 por ciento y la quieren bajar a 33; acá hablamos del 75 y que va al 80 por ciento”.Medidas desmedidasEl contador calificó a las medidas sindicales como “desmedidas y no justificadas desde el punto de vista político ni económico, porque se les dio aumento antes del acuerdo salarial nacional. Hay que ver cuál es la justificación para ese tipo de reclamos”.Transmitió a la vez la postura como integrante de la Cámara de Comercio, que nuclea a “personas que están generando puestos de trabajo, que quieren invertir, pero quieren seguridad en el sentido de hacia dónde se va”.Adelantó la intención de volver a convocar al gobierno para retomar ese contacto que se había establecido en enero pasado, con la participación de más de cien comerciantes. Dijo que en ese momento hubo disposición para “hablar, escuchar, poner su cuota de solidaridad social, porque en ese momento se planteó un esfuerzo y ayudar al gobierno, pero no queremos un gobierno sectario preso de intereses sectarios, sino un gobierno que sea para todos”.Además agregó la “preocupación de comerciantes porque ya se observa un marco de recesión”.La receta Sacar gente o bajar sueldos fue la receta que aportó Clementino. “Acá hay una realidad, tenemos un enfermo y en una situación que va a ser terminal. No se cura paseándolo al sol o dándole aspirinas. Quizás no han querido plantear estas cuestiones en la campaña pero la realidad impone que hay que ‘tocar’ algo, quizás en un pequeño porcentaje, que es un gran porcentaje en el todo”, manifestó.Asimismo, se preguntó “si hay lugar para 16.500 puestos de trabajo en la provincia. Hay cuestiones que van más allá de lo fiscal, ¿se puede pagar a gente que no esté trabajando?, ¿están todos trabajando?, ¿se hace un censo de dónde está toda esa gente?”, disparó el contador.Tarde pero a tiempoClementino observó que “hay una oportunidad para hacer las cosas” y que en esta cuestión de “momentos oportunos” la reducción de planta o de salarios se tendría que haber decidido los primeros días de gobierno.Hoy resultará más difícil y la demora sigue trayendo consecuencias: “Según algunos datos, el déficit está en los 40 millones, por lo tanto hay medidas que tienen que ver con racionalizar los gastos, como también otras medidas anticorrupción. Seguramente hubo corrupción, pero no de la magnitud de ser el gran problema”.Escucho ofertasPor último Clementino admitió que si le ofrecen el ministerio de Economía, y se dieran determinadas condiciones, podría aceptarlo.“No es el problema de una persona eso. La visión es de un esquema de trabajo, y acá hay una tabla de pasos técnicos, pero también de agenda política. Lo primero que hay que hacer es una mesa de diálogo, pero no la foto y el café, sino una agenda concreta y definir un acuerdo legislativo, con los intendentes, y hablar de una pauta salarial, porque no puede ser que cada gremio venga pidiendo con distintas fuerzas”, sostuvo.Añadió que se debe “convocar al sector privado que tiene mucho para aportar” y llevar adelante “un esquema de agenda de concertación”.El contador salvó a Ríos de la responsabilidad del caos actual: “Esto es una película, no es una foto. Esa película empezó en el ’92, de ahí en adelante la provincia no tuvo un solo ejercicio superavitario. La responsabilidad no es solamente de Fabiana Ríos”, indicó.Para poner remedio, subrayó la importancia de que “el gobierno se sienta respaldado, porque acá hay que tomar medidas que tienen que ver con poner en solución financiera en el plazo de un año y tres meses, para pasar de acá a tres años a un saneamiento estructural. Y deponer actitudes, porque es muy lindo levantar algunas banderas, pero la realidad nos impone tomar decisiones para la gente”.A pesar de considerar que sabe lo que se debe hacer, admitió que es difícil que esto lo implemente el ARI, e incluso que se logre el acompañamiento a un gobierno.Con cierta autocrítica planteó que en la provincia hay “una inmadurez terrible, desde el punto de vista fiscal, institucional, de las relaciones interpartidarias y dentro de los partidos, desde el ’92. La responsabilidad es de toda una clase dirigente, porque cada uno hizo su leña de las distintas situaciones de crisis que padeció otro.
Sacar gente o bajar sueldos” fueron las opciones que ayer admitió como únicas posibles el Contador Gabriel Clementino, en una entrevista con FM Artika, donde se le preguntó si “esa era la receta”.“Acá hay una realidad, tenemos un enfermo y en una situación que va a ser terminal. No se cura paseándolo al sol o dándole aspirinas”, dijo, advirtiendo que la situación deficitaria sigue en aumento y que con este nivel de gastos en la masa salarial el Estado no puede postergar decisiones.Clementino se definió “preocupado” porque “el sector público está condicionando profundamente el proceso de crecimiento”, y recordó que este tema “fue planteado por las cámaras empresarias en oportunidad de realizarse la reforma tributaria”, ante el gobierno y ante los legisladores.En ese momento se le había consultado a la gestión entrante cuáles eran las pautas que iba a plantear el gobierno para salir del déficit, y tras el tiempo transcurrido opinó que “son confusas o son leves en virtud del problema que hay”.“En diciembre se plantearon 30 millones de déficit corriente mensual”, dijo, como también que el incremento de la recaudación se sabía que no iba a alcanzar para cubrirlo. Por el contrario, sigue en aumento.“Creo que se están equivocando, porque vemos que no se van a tomar medidas que para el gobierno no van a llevar a la solución. Hace falta una visión heterodoxa porque en momentos de crisis hay que tomar medias prácticas, imaginativas y no gastar como se está gastando”, subrayó.Por otra parte planteó que el presupuesto, que estima ingresos por 1.750 millones, “está sobrevaluado” y que los recursos que ingresen serán inferiores, con lo cual el déficit terminará siendo mayor.“Hay que tomar medidas, hacer algunas restricciones en lo que son acuerdos salariales y ver cuántos son los puestos de trabajo que tiene la provincia y cuántos se han creado”, agregó.A modo de síntesis, mencionó que en 2003 la planta de gobierno llegaba a los 9.500 empleados; en 2005 por efecto del Megapase la cifra trepó a cerca de 14 mil. “Hoy están hablando de 16.700 empleados: cuando en otros distritos y la media nacional puede ser de un empleado público cada cien o ciento veinte habitantes, en Tierra del Fuego tenemos un empleado cada doce habitantes”, aseguró.También dio cuenta de la diferencia de incidencia presupuestaria de la masa salarial: “En capital federal la pauta salarial es del 40 por ciento y la quieren bajar a 33; acá hablamos del 75 y que va al 80 por ciento”.Medidas desmedidasEl contador calificó a las medidas sindicales como “desmedidas y no justificadas desde el punto de vista político ni económico, porque se les dio aumento antes del acuerdo salarial nacional. Hay que ver cuál es la justificación para ese tipo de reclamos”.Transmitió a la vez la postura como integrante de la Cámara de Comercio, que nuclea a “personas que están generando puestos de trabajo, que quieren invertir, pero quieren seguridad en el sentido de hacia dónde se va”.Adelantó la intención de volver a convocar al gobierno para retomar ese contacto que se había establecido en enero pasado, con la participación de más de cien comerciantes. Dijo que en ese momento hubo disposición para “hablar, escuchar, poner su cuota de solidaridad social, porque en ese momento se planteó un esfuerzo y ayudar al gobierno, pero no queremos un gobierno sectario preso de intereses sectarios, sino un gobierno que sea para todos”.Además agregó la “preocupación de comerciantes porque ya se observa un marco de recesión”.La receta Sacar gente o bajar sueldos fue la receta que aportó Clementino. “Acá hay una realidad, tenemos un enfermo y en una situación que va a ser terminal. No se cura paseándolo al sol o dándole aspirinas. Quizás no han querido plantear estas cuestiones en la campaña pero la realidad impone que hay que ‘tocar’ algo, quizás en un pequeño porcentaje, que es un gran porcentaje en el todo”, manifestó.Asimismo, se preguntó “si hay lugar para 16.500 puestos de trabajo en la provincia. Hay cuestiones que van más allá de lo fiscal, ¿se puede pagar a gente que no esté trabajando?, ¿están todos trabajando?, ¿se hace un censo de dónde está toda esa gente?”, disparó el contador.Tarde pero a tiempoClementino observó que “hay una oportunidad para hacer las cosas” y que en esta cuestión de “momentos oportunos” la reducción de planta o de salarios se tendría que haber decidido los primeros días de gobierno.Hoy resultará más difícil y la demora sigue trayendo consecuencias: “Según algunos datos, el déficit está en los 40 millones, por lo tanto hay medidas que tienen que ver con racionalizar los gastos, como también otras medidas anticorrupción. Seguramente hubo corrupción, pero no de la magnitud de ser el gran problema”.Escucho ofertasPor último Clementino admitió que si le ofrecen el ministerio de Economía, y se dieran determinadas condiciones, podría aceptarlo.“No es el problema de una persona eso. La visión es de un esquema de trabajo, y acá hay una tabla de pasos técnicos, pero también de agenda política. Lo primero que hay que hacer es una mesa de diálogo, pero no la foto y el café, sino una agenda concreta y definir un acuerdo legislativo, con los intendentes, y hablar de una pauta salarial, porque no puede ser que cada gremio venga pidiendo con distintas fuerzas”, sostuvo.Añadió que se debe “convocar al sector privado que tiene mucho para aportar” y llevar adelante “un esquema de agenda de concertación”.El contador salvó a Ríos de la responsabilidad del caos actual: “Esto es una película, no es una foto. Esa película empezó en el ’92, de ahí en adelante la provincia no tuvo un solo ejercicio superavitario. La responsabilidad no es solamente de Fabiana Ríos”, indicó.Para poner remedio, subrayó la importancia de que “el gobierno se sienta respaldado, porque acá hay que tomar medidas que tienen que ver con poner en solución financiera en el plazo de un año y tres meses, para pasar de acá a tres años a un saneamiento estructural. Y deponer actitudes, porque es muy lindo levantar algunas banderas, pero la realidad nos impone tomar decisiones para la gente”.A pesar de considerar que sabe lo que se debe hacer, admitió que es difícil que esto lo implemente el ARI, e incluso que se logre el acompañamiento a un gobierno.Con cierta autocrítica planteó que en la provincia hay “una inmadurez terrible, desde el punto de vista fiscal, institucional, de las relaciones interpartidarias y dentro de los partidos, desde el ’92. La responsabilidad es de toda una clase dirigente, porque cada uno hizo su leña de las distintas situaciones de crisis que padeció otro. Si se sigue así, somos todos dirigentes de pacotilla, por eso la discusión es más grande que un nombre”, insistió. Para Clementino se debe terminar con la práctica de “ir a Nación a golpear, porque cuando van a golpear allá se los mira con sorna a los funcionarios provinciales”.El error de ColazoEn otro tramo el contador responsabilizó la decisión de Colazo de pasar a planta a los beneficiarios de planes de empleo –Megapase-, por cuanto llevó a la provincia a niveles insostenibles de gasto salarial.
“Yo dije que era inviable el Megapase, se lo dije a Colazo y se lo planteé a Cóccaro, pero nadie quiere tener costos acá”, apuntó, puesto que la ley fue acompañada por la Legislatura también.“Hoy estamos pagando todo lo que se equivocó Colazo. El Megapase fue una equivocación y no tuvo gente que lo asesorara correctamente”, finalizó.
1 comentario:
Che que bueno es este Clementino!!!
Seguro que despues de haber aumentado casi un 100% el valor de los productos en su propio negocio le debe haber aumentadolos sueldos a sus empleados por lo menos el 60 o 70 %.
Que receta magistral esta proponiendo!!!!!
Con amigos como este, no me hacen falta enemigos!!!
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