
Citó como ejemplo que “pasa lo mismo con el hospital de Río Grande, estuve tratando de consensuar alguna alternativa, pero la verdad es que no hay manera de llegar a un acuerdo”. En tanto, respecto al nosocomio de Ushuaia, planteó que “quedamos en reunirnos para ver qué alternativas se pueden articular entre el sector público y el privado, para poder cumplir con ambos sectores”.
“Con ambos hospitales tenemos una deuda grande, tendríamos que haberles pagado algo de 5 millones de pesos y les pudimos girar solo 2, y esto hace que vean resentido su funcionamiento porque el único financiador grande que tiene el hospital es el IPAUSS”, admitió Martínez en contacto con FM del Sur.
En ese marco, concedió que “el panorama está complicado y ya no nos alcanza el presupuesto porque hemos venido trabajando con un reconducido”, a lo que se suma que “el dinero que ingresa, que es el 90% de lo que tiene que ingresar, no alcanza para cubrir las prestaciones asistenciales”.
Remarcó también que “los costos de la salud aumentan, el Hospital Británico nos aumenta los valores todos los meses entre un 10 y un 12% y como los ingresos no acompañan el déficit se acentúa”.
Para la directora por los pasivos, “va a haber que hacer una reestructuración de fondo del sistema asistencial, ya que en realidad aunque ingresaran todos los fondos la plata no alcanzaría”.
Acotó al respecto que “si cobráramos la deuda de 2007 hasta ahora bancaríamos el déficit, pero si no producimos alternativas que nos permitan seguir funcionando, el año que viene a esta altura vamos a estar en la misma situación”.
Martínez aseveró que “estamos trabajando en un reacomodamiento pero siempre el tema de reducir algo cuesta, porque el afiliado está acostumbrado a tener libre acceso a todo y nadie pone un límite”. Y concluyó: “La realidad es que el sistema no lo puede soportar y vamos a tener que buscar algún tipo de alternativa
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