El ex director del Museo del Fin del Mundo, Santiago Reyes, denunció ante la Fiscalía de Estado "irregularidades" en la Asociación HANIS que administra los fondos generados por y desde el museo. La denuncia fue realizada por Reyes cuando aún ejercía la dirección del museo. En ella planteó que a pesar haber caducado el convenio (ver aparte) que unía al Gobierno de Tierra del Fuego con la Asociación HANIS, esta última "siguió cobrando entradas, vendiendo objetos en su boutique y realizando otras actividades sin el amparo de ningún acuerdo que se lo permitiera".
El acuerdo en cuestión había sido rubricado a mediados de 2006 y venció en enero de 2007. Hasta julio de 2007 cuando la ministra de Educación, María Urdapilleta firmó un nuevo convenio para salvar la irregularidad, el accionar efectuado por la Asociación se hizo sin amparo legal.
Al respecto el fiscal de estado, Virgilio Martínez de Sucre (en septiembre pasado) concluyó que " a constituido una irregularidad la continuidad de la relación entre el Estado Provincial y la Asociación HANIS, vinculada al Museo del Fin del Mundo una vez vencido en el mes de enero del corriente (2007) el convenio que la regía y hasta el dictado del decreto provincial 1940/07 (rubricado por el gobierno de Cóccaro)".
Por otro lado el nuevo convenio firmado por Urdapilleta en representación del gobierno se concretó en medio de las investigaciones que estaba efectuando la Fiscalía de Estado. Este convenio fue objetado por el Tribunal de Cuentas. Cabe destacar que Reyes, en carácter de director del museo, efectuó la denuncia ante la fiscalía tras haber agotado todas las instancias administrativas sin tener respuesta alguna de las autoridades.
El primer día hábil del gobierno de Fabiana Ríos, Reyes se encargó de remitir documentación informando sobre las irregularidades a las mismísima mandamás provincial; al subsecretario de Cultura, Silvio Bocchicchio; al vicegobernador, Carlos Bassanetti; al ministro de Educación, Jorge Rabassa; al secretario General de Gobierno, Daniel León; al legislador Manuel Raimbault; y al diputado nacional Leonardo Gorbacz. Sin embargo, según expresó, no tuvo ninguna respuesta por parte de ninguno de ellos. A partir de las investigaciones iniciadas, diversas auditorías efectuadas en el museo por representantes del Tribunal de Cuentas, encontraron diferencias entre ingresos y egresos de dinero. En este aspecto Reyes, remarcó que el relevamiento arrojó el faltante de "250 mil pesos que nadie sabe dónde están".
Por su parte, Antonio Marte, presidente de la Asociación, reconoció que ?hay un error en la confección del balance? como así también lo hizo el contador de la Asociación. Mientras que Rafael Aníbal Chorén, auditor del Tribunal de Cuentas, informó: ?Junto a la contadora Beatriz Pérez hemos estado asistiendo a una serie de reuniones que sólo han dado como resultado dilatar la investigación?. Asimismo, verificó "diferencias en los ingresos en el orden de los 216.881, 94 pesos para los dos ejercicios (cerrados al 31/01/06 y 31/01/07) y de 33.523, 01 pesos para las compras sólo del ejercicio que cierra el 31/01/07".
Chorén concluyó su informe señalando: ?En definitiva existen ingresos declarados en los estados contables que no cuentan con comprobantes respaldatorios que hayan podido ser verificados hasta el momento". En este sentido estimó que "las cifras generan diferencias no explicadas hasta el momento que podrían ser errores o manipulación de información con objetivos desconocidos". Debido a que Reyes puso en tela de juicio ciertos manejos de la Asociación HANIS, fue desplazado de su cargo de director del museo el 17 de enero de 2007. De acuerdo a lo declarado por Reyes, la explicación de Rabassa para sostener su desplazamiento y la permanencia de la Asociación se basó en una "decisión política".
El convenio Mediante el convenio rubricado entre la Asociación HANIS y el Estado fueguino, la provincia le otorgaba a la Asociación la potestad para que ésta efectúe venta de artículos regionales, libros, catálogos y todo objeto que se halle relacionado con el interés histórico, científico, turístico y cultural, material adquirido por orden y cargo de la Asociación, la prestación de servicios a terceros y el cobro de entradas, todas estas acciones llevadas a cabo en el Museo del Fin del Mundo de la ciudad de Ushuaia. Asimismo, la Asociación quedaba exenta de abonar importe alguno a la provincia por ningún concepto manteniendo el vínculo directo, dinámico y permanente con el museo, a través de los recursos generados por y desde éste, contribuyendo al conocimiento, cuidado, rescate, restauración y conservación del patrimonio cultural, apoyando proyectos de investigación e iniciativas de cursos, pasantías, conferencias, seminarios y material de divulgación, generando asimismo productos culturales y actividades destinadas a obtener bienes de cambio a fin de asegurar la continuidad de su accionar. Además, la Asociación se comprometía a la continuidad de las prestaciones que venía desarrollando para el adecuado funcionamiento del Museo del Fin del Mundo: ampliación de biblioteca, publicación de libros y materiales de divulgación de temas regionales y capacitación de personal entre otras cosas.
El convenio prescribía también que el subsecretario de Cultura de la Provincia quedaba facultado para ejercer ?in situ? el control necesario para asegurar el cumplimiento del fin para el cual se celebró el convenio. Cabe remarcar que Cóccaro decretó la ratificación del convenio para salvar los seis meses de vacío legal durante los cuales la Asociación HANIS mantuvo irregularmente su relación con el gobierno. A partir del decreto refrendado por el ex gobernador Cóccaro, en julio de 2007, se determinó la relación contractual entre los actores implicados por el período de un lustro con opción a prorroga por un período de tiempo idéntico.
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