En el marco de un clima marcado por el malhumor y la falta de motivación los trabajadores de Canal 13 pasan sus horas preocupados por las diferentes situaciones que se han generado desde que la Administración del ARI tomó algunas medidas que habrían perjudicado a trabajadores de larga trayectoria y que cada semana estaría agregando nuevos elementos que provocan malestar.La semana pasada se registró otro hecho que habría aumentado esa disconformidad del personal con respecto al manejo de la emisora. En esta oportunidad las razones estuvieron motivadas por las “pautas técnicas” que el Director provincial de contenidos Bernardo Veksler hizo distribuir entre los camarógrafos de Canal 13. Allí imparte instrucciones sobre como trabajar como si estuviera tratando con improvisados y desmereciendo, así, en la mayoría de los casos, la trayectoria de quienes se desempeñan en esa dependencia. Pero además demuestra un claro desconocimiento por el oficio.
Entre las normas que Veksler impone se ordena que solamente se filme al entrevistado y no al cronista; asegura que no se aceptarán imágenes que no tengan suficiente luz; el cronista no puede tener otra herramienta que el micrófono del canal al hacer la nota; pide imágenes de apoyo para las notas; y otras en las cuales se advierte que el funcionario importado de España llegó convencido que los Camarógrafos de Canal 13 no saben hacer su trabajo por lo que les pide que se “verifique el balance de la cámara; respetar la regla de los tercios; que las notas tengan audio; y otras disposiciones similares que ha provocado, además de malestar, cierta hilaridad en aquellos que hacen el trabajo desde hace años y que incluso se han capacitado y han hecho una carrera televisiva. Poco coherente para un funcionario que en medio de una emisión televisiva le ordena a un Ministro de la provincia que “vaya redondeando”.
Pero los problemas en Canal 13 no pasan solo por las grotescas instrucciones de Veksler, también tienen que ver con el insatisfecho reclamo sobre recategorización; los castigos impuestos a personal de larga trayectoria que incluso han sido directores de la emisora como Rubén Rivarola; Mario Verón; Patricia Grijo; y otros con los que se ha pretendido “ordenar” al Canal.
Además hay malestar por la falta de coherencia entre el discurso y la acción ya que los cronistas y los camarógrafos han comenzado a recibir instrucciones tendientes a poner límites a la expresión de las voces opositoras, en especial la del intendente Jorge Martín ya que “reclama los fondos de la coparticipación” según habría señalado la nueva estrella del Canal del Onita.
Actitud que choca con los discursos de la Gobernadora en cuanto a la “pluralidad de opiniones” y “la tolerancia”.
Un párrafo especial merece el Sindicato Argentino de Televisión un gremio, muy particular, si los hay, capaz de permanecer al margen de cualquier conflicto o persecución que no afecte directamente a cualquiera de sus dirigentes, no importan los afiliados; o parientes dado que Canal 13 es una gran familia y solo trabajan allí los bendecidos por Rubén Ibarra y Cía.
Tan pasiva es la actitud del gremio que la semana pasada en una asamblea de trabajadores permitió que la Coordinadora de Información Pública permaneciera en el lugar y escuchara todas las quejas del personal.
Todas estas situaciones han trascendido las paredes de Canal 13, incluso se puede apreciar, como televidentes, la caída de la calidad de imagen; las demoradas transmisiones del telebingo; los problemas de audio o de luz en el noticiero; y otras situaciones que demuestran la falta de manos idóneas para poner al aire el Canal; sin dejar de mencionar la falta de producción local a pesar de que la administración del ARI nombró a tres personas para que se ocupen del contenido de la emisora entre los que se encuentra el funcionario importdo de España.
Publicado por Eco Fueguino
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