martes, julio 10

LAS DESESPERACIONES DEL REINO

La seguridad de que se iba a perpetuar el poder del PJ en Tierra del Fuego montado al novel fragmento nacional llamado Frente para la Victoria , con la asistencia inalterable del presidente a cambio de la vista gorda en inversiones petroleras y obra pública, hizo que Cóccaro arremetiera contra la caja provincial, total “después de junio arreglamos todo”. Sin embargo perdió en las urnas y el castillo de
naipes se derrumbó.

Ahora el gobernador se encuentra con un futuro político comprometido, un presidente que le suelta la mano porque no supo serle útil cuando tuvo la oportunidad, una ganadora que le pide rendir cuentas, un gabinete que se espanta por las consecuencias judiciales que puede acarrearle a más de uno y un gobierno que ahora no tiene de donde asirse porque perdió lo que sustentaba su esperanza: la posibilidad de perpetuarse.
Es por eso que Cóccaro en la desesperación quiere acudir al endeudamiento tanto para “arreglar” de alguna manera algunos grandes baches que hay de los desaguisados de estos años, como para darle al gobierno nacional una herramienta más que la obligue a Ríos a pedir pista en la Casa Rosada y aceptar algunos condicionamientos que luego algunos ministros de peso, la transformarán en virtuales facturas políticas que no podrá pagar.
Fabiana Ríos, alertada de la maniobra entonces le pide a Cóccaro que “muestre todos los papeles” y en esa exigencia se basa básicamente la tranquilidad que va a tener la representante del ARI para gobernar en los próximos años. Tranquilidad espiritual en todo caso, porque económica imposible.
Cóccaro quiere un endeudamiento de 150 millones de pesos, se dio una vuelta por Buenos Aires y le dijeron que si a medias; pero para eso debe alinear tropas en la isla y convencer a Ríos, cuestiones todas éstas imposible para el gobernador perdidoso que llegó a creerse, seriamente, que se sostenía por impulso propio. Por eso ahora evalúa como posibilidad, escapar rápidamente antes de la entrega.
Tal como hace Kirchner, como los perdedores no le sirven, no hay dudas que enfocará los cañones a “seducir” de alguna manera a la nueva administradora y si no puede, es probable que se lo haga saber sin mucho tacto y la convierta en otro blanco más del “niguneo oficial”.
Pero algo es cierto, Cóccaro perdió en todos los frentes por creer ingenuamente que el presidente a través de sus operadores y el dinero que chorreaba desde Buenos Aires iba a poder sostenerlo por algunos años más.
Además y tal como se están revirtiendo las situaciones políticas en la Argentina de hoy merced al esfuerzo que viene haciendo el Dr Kirchner, Cóccaro no solo deberá pagar el costo político sino que tendrá que lidiar con la justicia que comenzará a perseguirlo para que explique lo que ahora no puede, pero con una diferencia: estará solo.

(Agencia OPI Santa Cruz)

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