Altas fuentes del caso siguen la pista de una supuesta deuda de juego que habría tenido el padre. Y nadie cree que el secuestro de la nena, en el cámping de Río Grande, haya sido al voleo.No se sabe si el hermetismo de la Justicia de Río Grande se debe a que no quieren difundir datos que puedan empantanar alguna la investigación o si, en verdad, no existe una línea clara. Mientras, por lo bajo, las hipótesis sobre el por qué de la desaparición de Sofía siguen siendo múltiples y abarcan desde el secuestro extorsivo al robo de menores, pasando por un ataque sexual y el tráfico de órganos hasta un "ajuste de cuentas". Ayer, una alta fuente, que desde el domingo trabaja activamente en el caso, dijo a Clarín: "Creemos que a Sofía podrían habérsela llevado por un ajuste de cuentas con el padre".
Por el secreto de sumario, la versión no fue ni confirmada ni desmentida por el Poder Judicial. "No se descarta ninguna hipótesis", repite Luis Amarfil, el vocero. La fuente consultada por Clarín -que pidió no ser identificada- indicó: "Hay varias cosas que no cierran. Una hipótesis es que el padre de la nena tendría una deuda de unos 100.000 pesos y sería jugador. Por eso podría tratarse de un ajuste de cuentas. Pudo haberlo 'entregado' alguien que lo conocía bien y que sabía dónde estaban el domingo".
Se refiere a que nadie cree que el secuestro de Sofía haya sido al voleo (el juez Eduardo López y el fiscal Guillermo Garone admitieron que creen que la nena no se perdió sino que "alguien se la llevó"). "El rastro de Sofía que siguieron los perros termina en el alambrado, no sigue en la ruta. Eso descartaría, por ejemplo, que alguien pudiera haberla atropellado en la ruta y después haberla cargado en un auto. Que el rastro se pierda en el alambrado hace suponer que alguien que estaba esperando del otro lado, la alzó y se la llevó en un auto", dice la fuente.
Por el camping John Goodall, a 60 kilómetros de Río Grande, pasan muy pocos vehículos. Elena, mamá de Sofía, contó que el domingo en que desapareció "no había nadie más" cuando llegaron. En el lugar preciso donde los perros pierden el rastro hay un barranco de unos 4 metros. Por eso se cree que quien la alzó, habría dejado su auto en un extremo en donde no hay barranco y que no se ve desde la entrada del camping.
Ayer, otras miradas empezaron a poner la mirada en Edgar Fabián Herrea, el padre de Sofía. Alberto Urrutia, el cuidador del camping que estaba allí cuando la familia empezó a buscar a la nena, en declaraciones a Radio fueguina, puso en duda las versiones del padre: "El padre dice que vio dos autos cerca del alambrado que pudieron habérsela llevado, ¿usted vio algo de eso?", le preguntaron. "No, no, no", contestó. "La verdad que no, por favor... no, yo no he visto nada". También ponen bajo la lupa al padre porque sus declaraciones no fueron del todo firmes: "Primero dijo que vio un solo auto rojo con polarizados, y después que era un Palio Top rojo polarizado y otro auto gris", señaló la fuente.
La gobernadora fueguina Fabiana Ríos, asumió ayer que le "preocupa que no haya pistas firmes". Ruber Zóffoli, director provincial de Defensa Civil contó ayer a Clarín: "Fuimos a corroborar las versiones de al menos quince videntes. Algunos dijeron que la sueñan los familiares, otros que le ven las piernas en un curso de agua. Hemos buscado tanto sin resultados que ya no descartamos nada, pero no olvidemos que la recompensa subió y que puede haber muchos especuladores".
Ayer, una Cooperativa eléctrica sumó 30.000 pesos a los 130.000 que se ofrecían a quien aportara una pista firme.
El sábado otra vidente le dijo a la familia Herrera que la nena estaba fuera de la provincia. Por eso, los padres se reunieron con el juez López y él les contestó que cree que "la nena aún está en Tierra del Fuego". Prefectura sigue buscando en los cursos de agua y ayer la Policía empezó de nuevo la búsqueda en el camping: esta vez, buscarán tierra removida.
Por: Gisele Sousa Dias
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